A medida que la sociedad cambia, también lo hacen sus necesidades. Por esta razón, miles y miles de familias han ido reclamando un mayor acceso a playas, espacios públicos y medios de transporte para sus perros. El proyecto piloto de Renfe se planteó como un cambio para quien quiera viajar con su perro en tren, que ya han utilizado 7.260 perros de hasta 40 kilos, y 400.000 perros de menos de 10 kilos, según SrPerro.
Desde septiembre de 2022, se ampliaron las (por aquel entonces) notables restricciones y se permitió que perros más grandes suban a los trenes (algunos trenes y en ciertos horarios). Hace unos días, el educador canino Javier Martínez (@soloesunperro, en Instagram) compartía su viaje con Joker, uno de sus border collie, de Madrid a Barcelona, en AVE.
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Por Europa, es muy distinto
En la actualidad, Renfe ha ampliado las rutas en las que se puede viajar con perros «grandes». Entre ellas, el trayecto Madrid-Sevilla, que se suma a los recorridos hacia Málaga, Granada, Alicante, Valencia y Barcelona, donde se ha añadido paradas en las zonas de «Lleida Pirineus» (Lérida-Pirineos) y Camp de Tarragona, y se han incorporado Girona y Figueres Vilafant como trayectos.
La realidad es que todavía queda camino por andar en nuestro país. Una actualización necesaria que se ha hecho ya en gran parte de Europa, y que aquí empieza con Renfe e Iryo, que también ha cambiado su política de viajar con perros en tren en los últimos meses (y para ciertas rutas). En contrapartida, las opciones de los trenes de Eurostar son brutales.
Faltan opciones para viajar en tren
Falta romper la barrera del tamaño, definitivamente; valorar seriamente la necesidad de incluir transportín siempre y seguir sumando opciones para que más familias puedan optar por el transporte público con sus colegas peludos, ¿o no?
La realidad va cambiando, pero, en algunas cosas, ojalá lo hiciera un poquito más rápido.