Salud y bienestar: ¿qué necesita un perro para estar sano?

Perro cepillado (perro sano)

La salud de un perro y de la mayoría de los animales se basa en dos grandes líneas: el bienestar físico y el bienestar mental, es decir, se tienen que cubrir las necesidades fisiológicas y las necesidades etológicas. Entonces, ¿qué necesita un perro para estar sano? Una buena salud física y mental.

En este sección de la guía, vamos a centrarnos en las primeras (bienestar físico), pero, si tienes interés en leer sobre etología, puedes consultar las categorías educación canina y adiestramiento, formación canina, educación canina o perro urbano de este blog.

bienestar

  1. m. Estado o situación de satisfacción o felicidad.

Pautas de higiene y positivización de las manipulaciones 

Igual que ocurre con las personas, la higiene de un perro no solo busca una buena apariencia física, sino también un estado de salud adecuado. Para ello, vamos a hablar de cepillado, limpieza de ojos y orejas, baños, higiene dental o cuidado de las uñas, pero antes es muy importante ser consciente de algo: debemos aprender cómo generar confianza en el perro y habituarle a que las manipulaciones por nuestra parte son necesarias y siempre beneficiosas. Con esto, evitaremos perros que no quieren visitar el veterinario, que hacen la croqueta para que no les cortes las uñas o que huyen como alma que lleva el diablo cuando te ven coger el champú para perros.

Hay muchos tipos de baño, claro…

Como hemos hablado en el blog con anterioridad (por ejemplo, en las pautas para acostumbrar a tu perro al transportín), la habituación es una conducta contraria a la sensibilización: mientras que, en la primera, el perro se acostumbra, paulatinamente, a que un estímulo es neutro (no le supone nada bueno ni nada malo, vamos), la sensibilización es una respuesta exagerada ante un estímulo (que puede ser positivo, negativo o neutro, a priori: sin embargo, el sistema nervioso central del perro puede recibirlo de formas muy distintas y variables).

Por lo tanto, así como hay varios formas de desensibilizar a un perro ante un estímulo (el ruido de la moto, los ladridos de otro perro, las canciones de Isabel Pantoja…) que detona una conducta exagerada, solo hay una forma de trabajar la habituación: repetir una acción que no entiende o le genera inseguridad hasta que se acostumbre. Veámoslo con un poco más de detalle.

Una buena habituación

Si convives con perros, ya te habrás dado cuenta: los perros son animales de rutinas, ¿verdad? En la mayoría de los casos, si les ofrecemos cierta “previsibilidad”, su vida y la nuestra es más sencilla: las horas de paseode juego, de descanso… A nosotros, nos pasa lo mismo, en realidad. Piénsalo: te levantas a una hora, tienes una serie de cosas que hacer cada día, unas expectativas, una previsibilidad (no sales a la calle y la gente te viene a abrazar, después te aplauden algunos días al entrar en el trabajo y otros no y, luego, vuelves a casa y tus padres te reciben con sombreros hawaianos y te “castigan” sin cenar burritos y tacos porque sí: bueno, espero que no te pase, en serio.).

Esta es una de las principales razones por las que la habituación a nuevas experiencias es tan importante para todos. ¿Recuerdas la primera vez que condujiste? Hoy, ya no te pones tan nervioso/a: habituación. Igual con el sexo, hablar en público o usar un smartphone. Todo es habituación.

Pautas

Para un perro, en cambio, esto se traduce sobre todo en ruidos, objetos que no conoce, viajar en coche… Conseguir una buena habituación es tan sencillo como:

  1. Ir poco a poco, no “inundar” de estímulos ni sobreexponer para evitar el riesgo de sensibilizar al perro
  2. Repetir la acción varias veces al día: por ejemplo, podemos habituarle a ruidos, música, olores, etcétera.
  3. No debe haber premios y mucho menos castigos: el perro está aprendiendo que “eso” es un estímulo que ni fu ni fa.

Habituar no es más que repetir una acción hasta que esta no tiene ninguna respuesta por parte del perro. Si percibimos que el perro genera inseguridad o miedo ante un estímulo, deberíamos bajar la intensidad de este y, en última instancia, hablar con un profesional para valorar si se ha sensibilizado.

Ahora que ya sabes cómo habituar a un perro ante distintos estímulos, voy a explicarte por qué lo que necesitamos para una buena higiene es positivizar y, a continuación, habituar (qué mala leche tengo, ¿eh?, podía haber empezado por aquí). La razón principal, como estoy casi seguro que te imaginas, es que nosotros necesitamos que el perro entienda que el cepillado, el baño o el cuidado de sus uñas son positivos para él o ella y, luego, que se habitúe. Sin embargo, para conseguir esto último debemos evitar la aparición de conductas indeseadas que pueden fastidiarnos su adaptación a las distintas manipulaciones que necesitamos.

El truco (casi) infalible para habituar a tu perro a manipulaciones

Solo hay uno. Compartir tu vida con tu perro/a desde cachorro y haber introducido manipulaciones desde su más tierna infancia. En este caso, con tantas repeticiones a cuestas, y aunque la genética tenga un papel importante, estará tan acostumbrado que no debería haber ningún tipo de respuesta al cortarle las uñas, limpiarle los oídos, etc.

Por descontado, en este ideal también tenemos presente que el perro no ha tenido una experiencia traumática, como una infección de oído o una uña mal cortada, que podrían fastidiar la habituación y harían que, de nuevo, sea mejor empezar por un proceso de positivización.

Cepillado del perro

El cepillado es mucho más importante de lo que la mayoría de los guías solemos tener en cuenta: mantiene el pelo limpio y sin enredos, elimina el pelaje muerto, favorece una piel sana y una lubricación natural del manto… En fin, que deberíamos incorporarlo como un hábito diario, pero que, en la mayoría de las razas y mestizos, podemos permitirnos realizarlo cada equis días.  También es la leche para:

  • Detectar alteraciones en la piel: erupciones, bultos, inflamaciones, parásitos externos (pulgas, garrapatas, piojos…)
  • Generar vínculo entre el guía y el perro, ya que el cepillado suele ser un momento placentero y de contacto directo entre ambos

Por descontado, ante cualquier problema de piel, debemos acudir a nuestro veterinario para un rápido diagnóstico y evitar sustos. Además, el tipo de cepillo es algo mucho más importante: en este artículo de Kiwoko, hay toda una selección de peines, cepillos, cardas o cepillos de rastrillo que te ayudarán a elegir cuáles necesitarás.

Perro cepillado (perro sano)

Cómo habituar al perro al cepillado

Para habituar a nuestro perro al cepillado, podemos presentarle las herramientas y acercarlas, poco a poco, al perro. A continuación, podemos tocarle con el cepillo y premiar en distintas zonas con pelo; después cepillar un segundo y premiar, e ir aumentando los tiempos y la intensidad del cepillado muy poco a poco. Nuestra voz será una buena herramienta también: unos cuantos ¡bravo! ¡bien, bien, bien! generarán expectativa en el perro y le informarán de que lo está haciendo bien.

Baño del perro

Cómo acostumbrar al perro al baño

Para bañar a tu perro es recomendable utilizar agua caliente similar a su temperatura corporal (37-39º C) y secarlo con un secador de pelo desde cierta distancia para que no queden zonas húmedas en ninguna de las capas de su pelaje. Los cachorros pueden bañarse incluso antes de ser vacunados, si fuera necesario (como curiosidad, durante las primeras semanas de vida no es recomendable el baño, pues la madre reconoce a sus cachorros por el olor), sin embargo, tras el destete no debería haber problema alguno.

En lo que se refiere a una frecuencia de baños, no hay verdades categóricas: en Dog Ventura nos basamos en si un perro se ensucia, se le baña (y un perro activo se ensucia, por lo menos, una o dos veces cada pocas semanas) con un champú neutro hidratante. Si el perro tiene alguna alteración de la piel o problemas dermatológicos, puede ser necesario incrementar el número de baños, pero siempre bajo prescripción veterinaria.

También es importante:

  • Evitar el contacto del champú con los ojos y evitar que entre agua (o quede humedad) en sus oídos
  • Positivizar el baño e incluso asociarlo con otra actividad divertida (por ejemplo, positivizar con problemas, bañarse y salir a pasear o a jugar un rato)
  • Tener presente que bañar demasiado a tu perro elimina su grasa natural y su cuerpo responderá generando un “excedente”, por lo que el baño en sí mismo no es la mejor forma de controlar el olor

Limpieza de los ojos de tu perro

Una buena limpieza de los ojos de tu perro evitará que se acumulen las legañas y, en consecuencia, ayudará a prevenir posibles infecciones. Para una correcta limpieza, ayúdate de gasas y suero fisiológico. Es importante matizar que muchos perros se retiran ellos mismos las legañas, mientras que otros no harán ni el ademán, así como no todos los perros tienen el mismo tipo de legañas, pero que siempre se beneficiarán de una correcta higiene ocular. Si habituamos a nuestros perros y lo aplicamos de forma rutinaria, serán 30 segundos diarios muy bien invertidos, ¡ya lo verás!

Ten presente los siguientes puntos también:

  • Durante unos días, trabaja manipulaciones de cabeza y cuello con tu perro para poder sujetar a tu perro firmemente de la cabeza y evitar movimientos
  • Es recomendable aplicar el suero fisiológico directamente en el ojo y retirar lo que sobre con una gasa estéril
  • No utilices la misma gasa para los dos ojos, ni introduzcas la gasa en el interior del ojo
  • Aprovecha para revisar que no haya infecciones ni alteraciones evidentes; ante cualquier duda, pide asesoramiento veterinario

Limpieza de las orejas de tu perro

Otros de los grandes caballos de batalla son las orejas y su limpieza, ¿verdad? De nuevo, una correcta positivización de las manipulaciones os hará la vida mucho más fácil para poder examinar las orejas de tu perro con regularidad y prevenir problemas.

Cómo limpiar las orejas de tu perro

Aun así, es importante tener presente que no debemos introducir gasas, algodón o bastoncillos en la parte interna del oído de nuestro perro, ya que podemos provocar infecciones o dañar su oído interno. Por el contrario, para la parte externa del oído, podemos limpiar los restos acumulados con una gasa estéril y una solución especial que nos recomiende nuestro veterinario. Para ello:

  • Aplicamos una pequeña cantidad (gotas) de solución y masajeamos la base de la oreja 
  • Retiramos los restos de la parte externa de la oreja con ayuda de una gasa
  • Nunca debemos utilizar limpiadores específicos ni tratamientos veterinarios sin que hayan sido prescritos por un veterinario

Cuidado de las uñas del perro

Cortar y mantener bien cuidadas las uñas de tu perro le evitará riesgos asociados a una mala higiene en las patas, como uñas encarnadas o infecciones. En la mayoría de los casos, los perros desgastan parte de sus uñas gracias a su actividad física (correr, caminar, escarbar, etc.), pero eso no evita que tengas que cortarlas y, por regla general, su uña lateral, que crece curvada y en paralelo a la carne, no tiene demasiado desgaste.

Cómo cortar las uñas del perro

Para cortar las uñas evita siempre un corte demasiado pronunciado y hazlo en horizontal, ya que tiene un menor riesgo de alcanzar una de las partes vascularizadas de la uña y provocar a tu perro dolor o una hemorragia. En perros con uñas negras, se aplica el modo difícil y, como consejo, lo mejor es cortar con precaución o acudir a un profesional.

Algunas razones (más) para mantener sus uñas bien cuidadas:

    • No limitarás sus movimientos debido a unas uñas demasiado largas
  • Evitarás que pueda arañar a otros perros (¡o personas!) o hacerse daño

En mi caso, siempre he tenido perros de tamaño medio y grande, por lo que recomiendo fervientemente los cortauñas Zolux (de los que no me llevo comisión, todavía…). En cualquier caso, consulta a tu veterinario para una opinión experta y busca siempre una herramienta que se adapte a tu compañero peludo.

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Higiene dental de nuestro perro

En los perros, una boca sana es sinónimo, principalmente, de tres acciones:

  1. Cepillar los dientes del perro con regularidad (con productos específicos de uso veterinario)  un par de veces por semana para evitar infecciones, dolor o mal aliento
  2. Ofrecer masticables blandos hasta los 10 meses de edad y duros a partir de entonces (desde huesos y tendones seleccionados hasta opciones comerciales, por supuesto); conseguirás unir salud y entretenimiento
  3. Si no se alimentan con BARF, optar por piensos específicos que ayuden a mantener los dientes sanos

También es muy importante que te familiarices con cómo es una boca de perro sana y aprendas a identificar problemas comunes, como la gingivitis, el sarro o la recesión de las encías, que te ayudarán a que tu perro conserve sus dientes fuertes y durante muchos años.

¿Qué son los sacos anales?

Si percibes que tu perro arrastra mucho el culo por el suelo (y una vez cada tanto no es mucho, tranquilo/a: ¡a ellos también les gusta rascarse!) o se lame la zona de forma compulsiva puede que tenga dificultades para vaciar los sacos anales.  Las glándulas anales se sitúan a las 4 y a las 8 si el culo de tu perro fuera un reloj y sirven para para dejar señales olfativas para otros perros.

En cualquier caso, si tu veterinario lo considera oportuno, podría realizar un vaciamiento de sacos anales, pero aunque hay mucha literatura detrás, el porcentaje de perros que lo requieren y las posibles complicaciones relacionadas es escaso. Así que no te preocupes, en porcentaje, no hay muchos casos de gravedad. En este artículo de Experto Animal sobre glándulas anales, tienes bastante más información, pero desde aquí te recomiendo que te ahorres la experiencia y te gastes unos pocos euros en una visita de control, si procede. 

Esta entrada pertenece a nuestra Guía con consejos básicos para propietarios de perros. ¡Consulta otras entradas en el enlace!

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