En el blog, hemos hablado varias veces sobre las razones para vivir con un perro, e incluso las preguntas clave que deberíamos hacernos (a mi modo de ver) antes de integrar un nuevo miembro en la familia (o sea, de adoptar a un perro).
Es una decisión emocionante, pero también de importancia vital que nos obliga a considerar nuestra rutina actual y futura y que, sea como sea, nos va a condicionar durante diez, quince o veinte años.
Implicará siempre un periodo de adaptación del perro, unas obligaciones diarias llueva, nieve o haga calor, e igual de importante que todo lo anterior: decidir entre la compra a un criador responsable y la adopción.
La compra de un perro a un criador responsable nos asegura algunos aspectos positivos, como conocer el origen del animal (quién son los padres, cómo ha desarrollado los periodos de impronta y socialización temprana, qué experiencias y en qué contextos ha vivido, etcétera) y cómo queremos «moldear» y entrenar al cachorro desde pequeño.
No obstante, no siempre tenemos presente que puede que tengamos una falta de experiencia para criar adecuadamente a un perro de raza (los malinois, perros de trabajo o border collies son buenos ejemplos) ni el tiempo para atender necesidades más exigentes desde la infancia a la vida adulta (por esto, es muy importante no adoptar a un perro, o comprar, bajo un criterio estético solo).
Por el contrario, adoptar a UN perro no va a solucionar todos los problemas de abandono y maltrato animal en España, que son muchos, pero sí salvará la vida a un animal que está en un refugio o acogido por una asociación.
Sobre el ejemplo de los malinois, os recomiendo este artículo que escribí para prensa (el título me hubiese gustado que fuese más realista), para que entendáis un poco mejor por qué no los recomiendo para casi nadie.
Esta es la razón principal. Si adoptas a un animal, darás una segunda oportunidad a un perro que está en un ambiente repleto de estrés y ansiedad: pese al gran trabajo de las protectoras, vivir enjaulado no es natural para el perro.
De igual modo, apoyarás el trabajo de centros de protección que suelen tener dificultades para que los animales que rescatan vuelvan a vivir en familia y, por lo tanto, también reducirás la sobrepoblación de perros: si adoptamos, estamos evitando que se críe tanto, y tan mal.
Más allá de estas razones más «generales»…
La mayoría de las familias serían mucho más felices con un mestizo agradecido.
Como educador, con lo que yo me encuentro, es que muchas familias compran o adoptan perros de raza con unas expectativas poco realistas. Por ejemplo, integrar en casa a un border collie o a un pastor belga puede ser muy complejo sin una alta dedicación y sin «orientar» esos instintos hacia conductas y actividades productivas.
Por lo tanto, siempre recomiendo tener muy claro que te preguntes por qué quieres a ese perro. Si te tomas unos minutos, verás que la mayoría de las familias serían mucho más felices con un mestizo agradecido que con un perro de raza que les resulta imposible controlar (por tiempo, dedicación, inexperiencia…).
¿Debemos renunciar a los perros de raza? NO. N-O. Las razas son una maravilla, pero se han seleccionado para un trabajo concreto:
A menudo, el problema de comprar en vez de adoptar se resume en esto, y no atiende a dinero o a ayudar a un perro que lo necesita. Si tú quieres algo exclusivo, no solo vas a tener que pagarlo, sino también responsabilizarte, formarte y acompañar. En otros casos, esto es igual de grave y atiende a la salud (como ocurre con el bulldog, bulldog francés, carlino…), que pueden vivir verdaderos martirios porque los humanos se han guiado por criterios estéticos.
Si adoptas, asegúrate de que el animal se adapte a ti.
Y de ayudar a un perro que lo necesite.
Si compras, hazlo siempre con responsabilidad, y consciente del problema que la cría indiscriminada ha supuesto en el mundo entero.
La compra puede ofrecer beneficios concretos (conocer su línea genética, criar desde pequeños), pero la adopción de un perro permite salvar vidas, ayudar a contener y frenar la sobrepoblación (y el abandono), tener muchísimas opciones entre las que elegir (no hay personas perfectas, tampoco perros: pero sí hay miles de animales que se adaptarán a ti y tú a ellos, tranquilo/a), gastar menos dinero (en lo que, probablemente no necesites gastar) y, probablemente, encontrar un colega peludo que se adapte mejor a ti.
Si estás planteándote incluir nuevos perros en casa o has ampliado manada hace poco, quizá se te han descontrolado las
Suelo ver mucho artículo clickbait sobre este tema, así que hoy me lío la manta a la cabeza. Y no,
