Meter la mano en la comida de tu perro NO soluciona una protección de recursos

Meter la mano en el plato del perro y protección de recursos

El mito de meter la mano en la comida de tu perro se apoya en que tu perro tiene que tolerar que le cojas un hueso, le quites el pienso, y le trastees casi cualquier cosa. ¿El problema? Que una vez más, esto conecta con otros mitos que siguen muy presentes, como el del «macho alfa» o la «dominancia» (va de retro, Satanás).

Entre las falsas creencias que resisten, me encuentro muchísimas familias que siguen metiendo la mano en el plato de la comida de sus perros. En teoría, para enseñar al perro a que no proteja la comida.

Por desgracia, esto no es así.

Y me atrevo a afirmar que, a menudo, crea problemas donde no los había.

Analizando la conducta «mano en comida»

Para ejemplificarlo, yo le digo a muchas familias que les voy a invitar a comer, pero que me tienen que dejar tocar su plato, retirarlo, mezclar su comida, remover, volverlo a colocar, picotear e incluso retirarlo cuando me dé la gana.

Quien no se lo toma directamente a broma, se niega.

Sin embargo, eso es justo lo que esperamos de nuestros perros.

En otras palabras, queremos crear una situación de máxima tolerancia (por su parte) ante conductas muy invasivas (por la nuestra). A menudo, además, estas conductas implican la pérdida de algo apetitivo (comida, comodidad, seguridad) sin previsibilidad ni expectativa.

No solo resulta difícil para el perro entender por qué estamos haciendo eso, sino que también es poco previsible (por eso, si lo hacemos desde cachorros, los perros suelen mostrar mayor «tolerancia», por usar una palabra.)

A continuación, vamos a tratar las dos situaciones habituales, cuando no hay ningún problema y «le estás enseñando» (1) y cuando hay una protección de recursos (defiende el plato) y te gruñe o ataca (2).

En el segundo caso, te recomiendo directamente este artículo.

Enseñando a «tolerar» (¿siempre es necesario?)

Considero que está muy bien enseñar a tu perro que el recurso «comida» sale de nosotros hacia él o ella. Esto facilita mucho el entrenamiento y permite crear relaciones equilibradas, con un vínculo más fuerte y sano.

Sin embargo, la comida tiene un valor concreto. Si alguien me pone un plato de comida y me deja comerlo tranquilo es probable que no le dé más valor del que tiene para mí.

Sin embargo, si empiezan a aparecer…

  • Dificultades para comer tranquilo, porque me mueven la comida o me dificultan masticar
  • Situaciones poco previsibles en las que me intentan retirar la comida (que es un estímulo apetitivo: algo que necesito para vivir)
  • Presencia de posibles competidores (le quitamos el plato, hay otros animales cerca, etc.)
  • Escasez o privación, molestias mientras está comiendo, castigos en los que me quedo sin comer y un largo etcétera

Todo esto, puede hacer que sienta que «tengo que proteger ese recurso», que no deja de ser algo «imprescindible para mi supervivencia» (si no como, me muero; si no bebo, me muero).

¿Tiene algo de malo acostumbrar a un animal a las manipulaciones (tocar, dejar plato, retirarlo, etc.)? En absoluto. Repito. EN ABSOLUTO.

Protección de recursos - Gruñido meter la mano en la comida del perro

Con mis cachorros, yo intento que entiendan que, si acerco la mano es para facilitarles la ingesta, o darles un premio extra, etcétera. Esto no solo facilita esa tolerancia, sino que también permite asociar mi cercanía a otras experiencias positivas. También asocio todo tipo de manipulaciones alrededor a conductas positivas (coger plato, dejar plato, respetarme y respetar el plato, etcétera).

Sin embargo, en los ejemplos anteriores, meter la mano en la comida de tu perro se traduce en un «acoso» constante en el que no le dejamos comer tranquilo.

(Supongo que se ve la diferencia entre pedir respeto y pedir tolerancia al acoso).

Si no reacciona, solemos dejarlo estar y considerar que hemos enseñado a nuestro perro a ser más tolerante.

En realidad, lo más probable es que el perro tenga mucha paciencia, y realmente tampoco hubiese reaccionado nunca con una manipulación respetuosa de su comida.

Por el contrario, si reacciona y empieza a proteger el plato o a gruñir, tendemos a intentar «castigar» esa conducta: retirando el plato, riñendo, etcétera, aumentando el nivel del conflicto e incrementando la necesidad de una protección de recursos.

Dicho de otro modo, no tiene ningún sentido.

Cuando existe una protección de recursos

Asimismo, en el caso de que ya se haya complicado la cosa. La tendencia habitual es la confrontación (por culpa de este mito canino) y no tanto la búsqueda de estrategias más respetuosas (e inteligentes), como un trabajo de intercambios mediante contracondicionamiento.

Como suele ser habitual, creemos que esto se soluciona de una forma simple y rápida y, a menudo, empeoramos el diagnóstico.

Meter la mano en la comida de tu perro NO soluciona nada

Si nuestro perro gruñe o directamente ha aumentado esa conducta (y ya protege, marca o agrede para proteger la comida) es importante buscar a un profesional formado en técnicas actuales, que pueda explicarnos por qué se ha dado esto.

Te recomiendo este vídeos obre protección de recursos, para entender por qué puede originarse y todo lo que deberíamos tener en cuenta para trabajarla de forma correcta.

Mi perro me GRUÑE con la COMIDA

Por lo demás, desaconsejo completamente intentar agredir o castigar con dolor este tipo de conductas (cuando hay protección del recurso), pues el pronóstico suele ser una inhibición (o extinción) con el referente (quien aplica el castigo) y el aumento de esa protección ante terceros u otros miembros del grupo social. Dicho de otro modo, no solo no vamos a obtener una solución efectiva, sino que vamos a generar una peligrosa variabilidad.

Grábatelo: meter la mano en la comida de tu perro NO soluciona una protección de recursos

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