Hace unos días, con el objetivo de aportar mi grano de arena, escribía aquí una breve noticia con toda la información sobre Lucky, un border collie robado. Un encapuchado sacó al perro del jardín de su casa, a plena luz del día, y una cámara pudo captarlo todo. Gracias a ello, la familia y la policía han tenido constancia desde el principio de un sospechoso, quien lo negó; su débil coartada sostiene que dejó la furgoneta a un tercero, pero se ha negado a decir a quién.
Su guía, Noemí Martí, compartía, ayer por la noche en Instagram, cómo el presunto sospechoso (D.C.P.) condujo con la cara descubierta minutos antes de llegar a la casa. 22 minutos más tarde, aparece entrando a la finca de su suegro en Banyoles (Bañolas). Por desgracia, Lucky todavía no ha aparecido, mientras la familia ha ampliado la denuncia en las dependencias de los Mossos d’Esquadra, explicando que han recibido amenazas telefónicas del presunto autor del secuestro (me niego a escribir aquí «sustracción»).
Desde el Diari de Girona se hacian eco de las concentraciones multitudinarias para pedir justicia por Lucky. Además, otra de las líneas de investigación valora la hipótesis de que se hayan «desecho» del animal (es decir, se haya asesinado a Lucky, hablando con propiedad. Según explica la noticia, se está estudiando la posible conexión entre el familiar del presunto ladrón (que sería la mano ejecutora), el suegro que reside en Bañolas, y un tercero: un vecino de la familia afectada, policía local, que habría tenido desavenencias con la familia por quejas relacionadas con Lucky, el perro.
Hay sospechoso(s), desde el principio
Hace casi un mes que un encapuchado sacó a Lucky de su casa y, desde entonces, la familia, rota por el dolor, no ha tenido ninguna noticia. Por ahora, el presunto sospechoso (contra el que cada vez hay más pruebas de su implicación, según se ha podido leer) ha declarado en dependencias policiales, y ya hay varias líneas de investigación abiertas. La familia ha denunciado las llamadas amenazadoras, así como daños en la propiedad, que ahora sospechan que pueden tener relación con el caso.
En todo momento, D.C.P. se ha negado a confesar su autoría o a dar alguna información sobre Lucky. Muchos de los comentarios en redes sociales se han centrado en reclamar una intervención en la casa del suegro. Otros usuarios hablan sobre contratar a investigadores privados, caceloradas delante de las viviendas hasta que confiesen e incluso tomarse la justicia por su mano y entrar a la fuerza.
Lucky sigue sin aparecer
Por ahora, queda seguir haciendo presión popular. El objetivo es seguir haciendo todo el ruido posible para que la acción judicial y policial avance rápido. Para ello, la familia, allegados y gente de la zona han hecho varias concentraciones presenciales (entre ellas, una en Bañolas) y siguen intentando mantener relevancia en redes. Mientras tanto, aunque no es una sorpresa agradable, se demuestra que la ley sigue siendo ineficaz o, por lo menos, lenta para casos como el de Lucky, que pronto hará un mes que fue apartado de sus familiares.
Desde aquí, una vez más, envío mucha fuerza a la familia de Lucky y deseo que pronto aparezca sano y salvo.