Cómo fomentar la calma en tu perro: conseguir perros más tranquilos

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Muchas familias con perros tienen dificultades para ayudarles a mantener estados y rutinas de calma. Las situaciones en casa, no obstante, pueden ser muy distintas entre sí: desde un cachorro recién adoptado a un perro sénior con dolor, pero hay varios ejercicios que te ayudarán a fomentar la calma y equilibrar sus días.

  • Recuerda también que es importante entender qué son los estados de calma, y este artículo te puede ayudar (actualizado en 2023)
  • La calma puede traducirse como una “baja activación”, pero hay muchas otras variables que afectarán a esta conducta: expectativa, actividad, entorno…
  • ¡Si quieres saber más de este tema, te recomiendo mi vídeo sobre habilidades de baja activación en YouTube!

Se busca: vida equilibrada (y calmada)

La calma no es posible sin una rutina enriquecida. Así, tal cual.

Un perro debe disfrutar de paseos, contacto social, comida y tener cubiertas sus necesidades básicas (aquí tienes una pirámide de Maslow canina para perros felices) para poder relajarse.

Una vida repleta de momentos de sobreexcitación (Fujimoto, 2021) supondrá problemas fisiológicos (taquicardia, jadeo, cambios hormonales incluso) y conductuales: malas elecciones, impulsividad…

No obstante, a diferencia de la activación, que podríamos definir como esa conducta (no visible) que se da en un entorno y nos hace comportarnos de una u otro forma, la sobreactivación o sobrexcitación es una conducta negativa para el perro u otros individuos en un contexto.

Baja activación en un ejercicio - Estados de calma en los perros

Te pongo varios ejemplos.

Un perro que persigue una pelota a toda velocidad estará más “activado” (o motivado) que un perro que bosteza mirando la lluvia desde el porche de su casa.

Cuando el perro está tan “nervioso” que no puede entrar en un parque para perros sin “chocarse” con todos los perros y personas presentes, puede haber un problema para ese animal y para terceros.

En cambio, cuando un perro está tan poco activado (o motivado) como para jugar con un mordedor o tan apático como para salir a pasear, tenemos el problema contrario. Se entiende, ¿verdad?

El problema, con los perros nerviosos

Cuando tenemos un perro apático, aunque puede indicarnos un problema, no nos suelen saltar tanto las alarmas que cuando tenemos un perro muy activo, nervioso o con poca capacidad para razonar en las situaciones (impulsividad) y empezamos a buscar formas de fomentar la calma en el animal.

Es habitual, además, que ante situaciones en las que responde con una activación muy alta, se produzcan eventos que frustren (ningún perro quiere jugar con el perro “dramaqueen” o “loquísimo”) y generen estrés o ansiedad.

A su vez, es probable que situaciones diarias que vive el perro (paseos, viajes, cruzarse con otros animales o personas), puedan ir generando estados emocionales cada vez de mayor tensión o intranquilidad.

En estos casos, debemos valorar ponernos en manos profesionales y realizar una valoración exhaustiva del problema de conducta. Sin embargo, cualquier perro debería tener una rutina que le previene del estrés negativo (distrés) y le ofrece cierta previsibilidad con el objetivo de mantener estados de calma.

Fomentar la calma en el perro

Para ello:

  1. El descanso es básico: un perro joven debería dormir entre 12 y 16 horas al día; un cachorro todavía más, y un perro sénior también. A menudo, a los perros que no descansan lo suficiente les ocurre lo mismo que a los niños con sueño.
  2. Actividades relajadas, o de baja activación: tendemos a creer que los perros tienen que jugar corriendo, persiguiendo pelotas, y a toda velocidad siempre, pero igual de importante es que su rutina cuente con juegos de olfato, actividades de enriquecimiento ambiental y forrajeo, y estimulación mental, como puede ser una obediencia funcional.
  3. Premiar la calma (felicitar, ofrecer premios y reforzadores que “no activen”). Piensa en caricias, felicitaciones verbales, algún trozo de comida o un juguete de valor medio-bajo… Un error habitual es premiar con comida de alto valor o con juguetes con los que solemos jugar juntos: así, el perro puede llegar a “activarse”.

Sobre esto último, piensa que lo que resulta reforzante para un perro (activante, motivante) no tiene nada que ver con otro. Siempre pongo el caso de mi pastor alemán, quien de joven un “muy bien” en tono normal ya activaba a la perra, por lo que tuve que empezar a premiar con susurros y caricias muy, muy suaves esos estados de calma.

Si estamos buscando fomentar la calma en un perro y ofrecemos “reforzadores” (premios, caricias, felicitaciones) que lo “ponen en marcha” (activan) es muy importante reducir la intensidad.

Lo más importante para una rutina de calma en perros

De igual modo, a mi me parece importantísimo:

  • Establecer rutinas de descanso, ya que si ofrecemos previsibilidad (cuándo hay actividad y cuándo no), los perros pueden acostumbrarse mejor
  • Ignorar las conductas de demanda de atención y, en casos graves, complementarlo con actividades alternativas: recuerda el vídeo del perro que le tira constantemente la pelota a sus guías buscando “refuerzo” (y lo consigue, de forma intermitente)

Apóyate de ejercicios de inducción a la calma

Si has llegado aquí porque tu perro…

  • se desespera frente a una puerta,
  • no para quieto en casa,
  • no te deja en paz ni un segundo

Esto te va a saber a poco.

Por eso, es importante que entiendas que, probablemente, se hayan unido varios elementos (genética, premiar equis conductas a lo largo del tiempo, expectativa, situaciones de estrés y frustración, cambios de rutina…) y que no va a cambiar, por arte de magia, de un día para el otro.

Sí es importante que tengas presente todo lo anterior (rutinas, tiempos, previsibilidad, ambiente enriquecido, estimulación mental, buenos paseos) y, además, que empieces a trabajar algunos ejercicios que ayudarán a tu perro a reducir sus niveles de activación.

Hoy, te explico el relax, y te recomiendo que dediques 10 minutos de tu tiempo a ver con calma el vídeo con ejercicios de baja activación.

Aquí tienes  EJERCICIOS para RELAJAR A TU PERRO (ejercicios de baja activación)

Enseñar a un perro a relajarse

Si bien no hay “posiciones mágicas” para tener a un perro relajado, sí podemos trabajar ejercicios concretos (relax, caricias, tumbado con hocico en suelo) que reducirán la activación del perro y ayudarán a establecer nuevas rutinas que son útiles como complemento.

En casos graves, no dudes en pedir información profesional.

Ejercicio de relax, paso a paso

Si lo practicas como te voy a explicar, conseguirás una señal que puedes utilizar para “inducir una posición de tranquilidad en tu perro”.

Paso 0. Construye un tumbado con tu perro. Si nunca has trabajado un tumbado, puedes consultar este artículo y este vídeo sobre el tumbado avanzado.

Paso 1. Si ya tienes un tumbado, pon comida delante de la cabeza de tu perro y mueve a izquierda o derecha hasta que el perro apoye los cuartos traseros en el suelo de forma ladeada. Premia entre 5 y 10 veces.

Ejercicio de relax, o tumbado ladeado por IV
El relax es uno de los ejercicios más sencillos para fomentar la calma en perros.

Paso 2. Repite el paso 1 hasta que tu perro entienda el gesto y realice la posición. Tras varias repeticiones, introduce el comando “RELAX” antes de llevar al perro a la posición. A continuación, avísale con una señal liberadora que puede romper esa posición. Repite este ejercicio 5 veces premiando a tu perro.

Una vez entiende al comando verbal:

Paso 3. Puedes empezar a retirar el gesto (o dejarlo, si te resulta más cómodo). Premia de forma continua cada segundo. Repite este ejercicio alrededor de 5 veces. Libera al perro de la posición cuando termines.

Paso 4. Ahora que has construido la posición, empieza a alargar el tiempo entre premios. Puedes dar comida cada 2 o 3 segundos primero y, tras varias repeticiones, alargar de forma constante a 5, 10, 20 o 30 segundos. Si tu perro “se levanta” o no está cómodo, intenta reforzar cada pocos segundos antes de aumentar el tiempo de espera (demora) entre premio y premio.

Paso 5. A medida que aumentas el tiempo, introducirás un programa de reforzamiento (entregar los premios) con intervalos de tiempo variables para evitar que el perro “se ponga nervioso” cuando prevea que llega el siguiente premio. Si aumentas los tiempos de forma progresiva, esto no debería ocurrir (si quieres leer más sobre este tema, se conoce el fenómeno que NO buscamos como festón por intervalo fijo)

Paso 6. Cuando tu perro empiece a mantener un relax durante, por lo menos, 1 minuto seguido, puedes ir reduciendo la cantidad de premios que le entregas, aunque es importante que, en este ejercicio, no los hagas desaparecer completamente.

Entrenamiento avanzado

Este es un ejercicio que tiene como objetivo “inducir estados de calma en el perro”, por lo que vigilaremos mucho el entorno en el que lo realizamos. En un primer momento, sobre todo si tu perro tiene problemas relacionados con la “activación”, no tiene sentido exponerle a altos niveles de estrés y pedirle un “relax”. A posteriori, valoraremos bien en qué casos y por qué nos interesa esto.

Variación del ejercicio de relax (en este caso, caricais perro).
En esta variación del ejercicio para fomentar la calma, el perro puede discriminar cuándo lo vamos a hacer de forma clara, aunque no es tan cómoda como la anterior.

El contexto debe acompañar a los trabajos de calma: no le pidas a tu perro que se ponga a “meditar” en medio de un país en guerra.

Para fomentar la calma, también puedes puedes utilizar:

  • Una posición concreta distinta; puedes cambiar el “tumbado ladeado” por un tumbado encima de ti o en un elemento concreto: una alfombra, una toalla…
  • Si utilizas objetos, es importante que puedas llevarlos contigo, para trabajar en distintos entornos

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