Enseñar a tu perro a venir a la llamada

Enseñar a tu perro a venir a la llamada-posiciones-entorno

Enseñar una llamada a tu perro (o sea, a venir cuando le llamas) es, con toda probabilidad, el ejercicio o habilidad más útil, seguro e importante para cualquier guía o tutor canino.

Hay dos habilidades que pueden salvar la vida a tu perro:

  • Una llamada
  • Un quieto

Por descontado, es posible que tu opinión sea un poco distinta si convives con un perro con conductas reactivas (del tipo que sean), pero los principales peligros para un animal sociable estarán siempre en el entorno: cruzar una calle por perseguir un gato, perderse en el bosque por no contar con una buena llamada, ser atropellado al soltarse el collar o la correa.

En este artículo, vamos a tratar la llamada como herramienta de seguridad, que puedes utilizar en todas las ocasiones anteriores: perros que salen de casa de imprevisto, collares que se sueltan o se rompen, perros sueltos (o, por lo menos, el tuyo) que deben ser separados como prevención.

El error principal que veo, no obstante, es tratar de utilizar llamadas que NO hemos trabajado (reforzado) en nuestros perros y frustrarnos porque no están funcionando en situaciones exigentes o de estrés.

Para enseñar a tu perro a venir a la llamada:

Paso 0. Comienza a practicar llamadas en zonas con pocas distracciones (pocos estímulos). Necesitarás comida (alto valor) y correa larga. Si has entrenado con clicker, puede ser interesante usarlo; también son entrenamientos que puede valer la pena hacer con otras personas de apoyo.

Paso 1. Sujeta la correa del perro a su collar o su arnés, evita aplicar tensión. Coge distancia del perro y, si se acerca a nosotros, podemos introducir el comando (“Ven”) y premiarle.

  • Si tu perro no te sigue, puedes aplicar algo de tensión en la correa o, mejor aún, animarlo. Cuando venga hacia ti, felicita y premia.
  • Para muchos perros resulta más sencillo (Nombre+comando: por ejemplo, “¡Ares, AQUÍ!” o “¡Argos, VEN!”)
  • Si estás usando un clicker, recuerda “hacer clic” cuando está viniendo, para marcar la conducta adecuada.

Paso 2. Tras varias repeticiones, tu perro debería venir a la llamada rápido cuando reciba la señal (“Ven”). Si te está resultando difícil, camina hacia atrás cuando le llames (aprovecha el instinto de caza del perro), utiliza tonos más agudos y sigue trabajando en entornos más “tranquilos”.

Paso 3. Cuando el perro venga cada vez que lo llames es el momento de empezar a trabajar a una distancia mayor. Sigue utilizando una correa larga, pero permite más y más espacio entre vosotros.

Recuerda que la llamada es un ejercicio (muy) progresivo. Si intentas trabajar llamadas durante todo un paseo o largas sesiones, tu perro se aburrirá, se frustrará y no atenderá.

Enseñar a tu perro a venir a la llamada-seguridad
Una buena llamada permite una supervisión del perro más tranquila y relajada. Pudiendo permitirle explorar suelto distintos entornos y lugares. En la foto, Argos por las montañas de Torelles de Llobregat.

Poco a poco, verás cómo el perro va generalizando ese comportamiento en espacios con pocas distracciones: tu casa, un parque tranquilo, el jardín… Es importante que no esperes muchísimo tiempo para empezar a “generalizar” esa conducta (afianzar ese conocimiento en distintos contextos), pero que tampoco corras: si el perro responde, avanza; si le cuesta, sigue premiando en espacios más tranquilos por un tiempo.

Paso 4. Avanza a zonas con más distracciones, olores, personas y sonidos. Sigue utilizando la correa larga y refuerzos de alto valor (por ejemplo, tacos de jamón o salchichas-frankfurt).

  • Intenta no saturar con “repeticiones” al perro: harás que la llamada se vuelva lenta o poco eficaz
  • Recuerda que, en el medio plazo, reduciremos y retiraremos (casi por completo) la comida en la llamada; sin embargo, es importante que ahora premies siempre y con refuerzos de valor
  • Si notas que tu perro no está “muy interesado” en venir cuando le llames, vuelve a un paso anterior: zonas con menos distracciones, menor distancia, etc.

Paso 5. Si tu perro ya viene sin problemas a 15 o 20 metros de distancia (empieza a dejar la correa en el suelo), puedes empezar a trabajar llamadas con mayor exigencia y seguir aumentando el criterio.

  • Una vez has consolidado los primeros pasos, puede ser muy útil que que otras personas de confianza trabajen la llamada también.

Entrenamiento avanzado

La llamada es uno de los ejercicios más complejos. La idea de “cerrar una llamada segura y perfecta” de la que tanto se hablaba en el adiestramiento tradicional es una quimera (y no, yo no te voy a defender trabajar con evitación del castigo o refuerzo negativo aquí).

También solemos tener muchas dudas sobre cuándo llamar al perro sin correa. Aquí no hay una respuesta única. En mi caso, recomiendo siempre valorar la situación: ¿el perro tiene zonas en su paseo donde va suelto? Es un buen sitio donde probar… ¿Nunca has soltado a tu perro? Correa al suelo. ¿Lo has soltado, pero no te hace caso sin correa? Vuelve a los pasos anteriores…

Sin embargo, una vez vayas avanzando en el proceso, sí hay varios ejercicios que pueden ayudarte a enseñar a tu perro a venir a una llamada. Casi perfecta.

Ejercicio extra #1. Ayúdate siempre que puedas de otra persona y “cierra” llamadas en las fases iniciales sin dar posibilidad de error al perro:

  • Corre en dirección contraria para que te siga
  • Coloca el premio muy visible en su línea de visión
  • Si el perro no viene, la otra persona lo acompañará rápido con la correa

Ejercicio extra #2. Si tu perro no tiene muchas ganas de venir hacia ti, puedes dar una vuelta de tuerca a los ejercicios. Con la ayuda de otra persona, harás que el figurante sostenga la correa en corto y animarás (sin decir nombres, ni órdenes: utiliza besos al aire, silbidos, gestos) al perro hasta que quiera ir hacia ti. El figurante sostendrá al perro hasta que tú le digas al perro la orden de llamada (“Ven”) y, entonces, dejará que llegue hasta ti. Felicitarás, y premiarás.

¡Importante! Este ejercicio puede ser poco recomendable si tu perro está trabajando con un etólogo o educador canino algún problema de apego ansioso. En la mayoría de los casos, generamos una situación con un leve nivel de estrés (eutrés) que no es peligrosa ni problemática.

Enseñar a tu perro a venir a la llamada-sueltos
La época de cachorro es una buena etapa para empezar a premiar conductas de acercamiento y llamadas sin demasiada exigencia. Recuerda, no obstante, que su capacidad de atención es más limitada.

Ejercicio extra #3. Iniciar un reforzamiento a razón variable. A veces, incluso a intervalo. A medida que avanzamos en el entrenamiento, vamos a dejar de premiar todas las llamadas. Nunca corras para reducir el número de premios (en este ejercicio, por lo menos), pero tampoco te quedes “clavado” en un paso intermedio para siempre.

Cuando tu perro ya tenga una buena llamada (con o sin correa), puedes premiar 95/100 la primera semana; después, 9/10; luego 7 de 10… El objetivo es que el perro no sepa cuándo aparecerá premio y cuándo no, y mantenga la expectativa.

Con perros sueltos que se alejan mucho, recomendaría volver a atarlos en varios de los paseos y, además, incluir un premio a intervalo variable (lo que se llama con demora en el reforzador: es decir, esperar un tiempo antes de premiar, o premiar varias veces cuando se mantenga cerca de nosotros).

Ejercicio extra #4. En relación con lo anterior, también puedes unir varios programas de reforzamiento simple (razón, intervalo, tasa) para consolidar una llamada casi perfecta, pero esto nos ocuparía otro artículo entero…

Y si tu perro NO viene a la llamada…

Por supuesto, nada de lo anterior te asegura una llamada perfecta.

Puedes tener perros de genética concreta, cuyo instinto de caza dificulte esto (galgos, podencos…), otros con muy poca motivación para cooperar para el trabajo (por ejemplo, un Gran Pirineo) o, simplemente, perros que han visto castigadas conductas de “acercamiento” en el pasado.

En cualquier caso, si tu perro no acude cuando le llamas, es importante que mantengas un trabajo periódico, consistente y seguro (correa larga, etc.).

También que aprendas que NO existe la llamada perfecta.

Todos los perros fallan.

Si un perro no falla nunca a una llamada, ese perro cree que su vida depende de ello, y ha sido adiestrado con metodologías poco o nada respetuosas. En otras palabras, esa llamada perfecta puede haber salido muy cara.

Por último, es muy importante que no contamines esa señal. ¿Sabes cuándo un compañero de trabajo te llama por tu nombre 200 veces seguidas y empiezas a ignorarlo o a prestarle menos atención? Pues aquí puede pasar lo mismo.

Grábate estos consejos:

  1. No llames a tu perro solo cuando viene algo malo (nos vamos del parque)
  2. Llama a tu perro, a menudo, y déjale volver con otros perros, personas, entorno
  3. Utiliza UNA orden/comando: “ven”, “aquí”, “ven aquí”… no te líes con todo tipo de variantes, aunque…
  4. Si quieres crear una “llamada de seguridad” (que también puede fallar), puedes utilizar otra palabra concreta y entregar un premio de ALTÍSIMO valor para situaciones peligrosas: haré un artículo concreto sobre esto.

Enseñar a tu perro a venir a la llamada es un proceso largo. No hay dos perros que sigan el mismo ritmo. He vivido con perros cuyo trabajo duró una semana y se mantuvo toda la vida (con refuerzos), mientras que otros perros no han tenido nunca una llamada segura para ir sueltos sin supervisión.

No corras.

Trabaja día a día.

Busca resultados en 6 semanas, no en 6 minutos.

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