¿Cómo actuar en el veterinario con tu perro?

Cómo actuar con tu perro en el veterinario (Manipulaciones)

Hace unos días, grabé un vídeo para el canal de YouTube sobre cómo actuar en el veterinario. Considero que es un tema que suele pasar desapercibido y que se vuelve un poco tabú.

He intervenido un par de veces en la sala de espera —intentando ser lo más respetuoso posible— ante varias familias que se estaban poniendo muy nerviosas por la forma en la que actuaba su perro. A grandes rasgos, no entendían (o no querían entender) el nivel emocional del animal en ese contexto y en ese momento.

Por lo tanto, vamos a tratar unos cuantos puntos importantes que tener en cuenta durante nuestras visitas al veterinario. Aprovecho para comentar, no obstante, que cuando entra un perro a casa es importante acostumbrar al cachorro a visitar el veterinario y a las manipulaciones (sobre lo que ya he hablado en el blog).

Si te tienes que quedar con tres recomendaciones rápidas:

  • Acostumbrar a tu perro a manipulaciones (puedes leer sobre caricias y aprender algo más sobre manipulaciones)
  • Enseñar al perro conductas de calma y a gestionar el “aburrimiento” o, dicho de otro modo, pasar tiempo de calidad en contextos en los que no le vamos a pedir hacer nada
  • Exponer de forma controlada y progresiva al veterinario

¿Cuáles son las errores típicos que cometemos en el veterinario?

No todos los errores los cometemos nosotros como guías, pero sí que, a menudo, incluso en situaciones que no son favorables para nuestros perros nos dejamos arrastrar por el contexto, dificultando una buena adaptación. El primer caso que os explico es un buen ejemplo.

Gestión del entorno

Este error lo suelen cometer muchas clínicas, no separando espacios para los perros y para los gatos, por ejemplo, o no reservando espacio para que los perros puedan tener su espacio y estar a una distancia prudencial. Entender cómo actuar en el veterinario es, en estos casos, todavía más importante, puesto que debemos comprender qué juega en nuestra contra y solventarlo de la mejor forma posible en cada caso.

Cuando hablamos sobre una buena habituación a un contexto (que los perros se acostumbren a estar en un espacio) es importante tener presente los conceptos distancia, tiempo de exposición e intensidad. Si quieres más información sobre este punto, te enlazo el minuto exacto donde lo explico en el vídeo y cómo uso a Marge Simpson y su miedo a volar de ejemplo. 😉

Perro el veterinario (consejos)
“Jo, tío. El veterinario no mola nada, y como te pones tú aquí menos, ¿eh?”

Nadie quiere que castigues a tu perro

Si tu perro lo está pasando mal, castigar una emoción nunca ayudará. Sí que le ayudará que le apoyes y sepa que eres una base segura para él o ella: o sea, que lo apoyas y lo proteges, ayudándole a lidiar con la situación o a reducir la exposición de aquello que le produce estrés o ansiedad.

Los castigos nunca van a enseñar conductas, sino a extinguirlas y a generar variabilidad conductual. Ya no hablo de castigos físicos o aversivos, que deberíamos desterrar totalmente de nuestras pautas educativas, sino de castigos negativos, como retirar la atención o exponer de forma no controlada, como una inundación (flooding) mal hecha y con un perro sin herramientas para gestionar.

Gritar, reñir o cosas peores no va a beneficiar en nada al animal ni a reducir la probabilidad de emisión de equis conductas, como mucho va a “echar más leña al fuego”. Este es el único punto que más allá de cómo actuar en el veterinario, reitero que podría formar parte del cómo “NO” actuar cuando lleves a tu perro a una clínica o a un hospital.

Los perros… hacen cosas (como decía Mariano Rajoy)

No puedes esperar que tu perro se comporte como un dálmata de cerámica. Sobre todo, si no has trabajado nunca posiciones que induzcan a la calma (un buen sentado, un buen tumbado, un relax). ¡No tiene sentido!

Cualquier cosa que exijamos a un perro, debemos haberla enseñado con anterioridad. Si tu perro no se sienta y se mantiene sentado en un contexto de calma, ¡menos lo a hacer en un ambiente lleno de elementos que estresan!

Si te sobrepasa la situación, busca ayuda

No tiene sentido seguir exponiendo de forma negativa y poco controlada a tu perro al veterinario. Si sientes que no tienes las herramientas para gestionar adecuadamente la situación o ayudar a tu perro, busca ayuda en un educador canino o un etólogo clínico, o coméntalo primero con tu veterinario.

¡No pasa nada! Nosotros también tenemos que comer, y nadie lo sabemos todo. Mentalízate de que, si hay algo que no está funcionando, vale la pena invertir tiempo y dinero en solucionarlo antes que correr el riesgo de que las conductas empeoren o tu perro sufra cada visita al veterinario a lo largo de toda la vida.

Podemos aprovechar la obediencia en el veterinario

Contar con unos mínimos de obediencia funcional, un buen trabajo de positivización del transportín o unas bases sobre señales de calma y aplicarlas para mejorar las experiencias en el veterinario, ¡te ayudará mucho!

Una buena idea, mientras estás trabajando, es hablar con tu clínica u hospital de confianza y comentárselo con el objetivo de que te ayuden a gestionar y facilitar la interacción de tu colega peludo con ese ambiente.

¡Espero que estos consejos te ayuden a actuar de la forma más beneficiosa para tu perro en el veterinario! Te dejo el vídeo de YouTube enlazado, donde profundizo sobre algunos de los temas que he resumido en el artículo.

¿Cómo actuar con el perro en el veterinario?

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