Internacionalmente, la Terapia Asistida con Animales (TAA) se define como una intervención terapéutica, realizada por profesionales de la salud, y en la que ciertos animales forman parte integral del tratamiento, especialmente seleccionados por su potencial terapéutico (Delta Society, 1996). La Psicoterapia Asistida con Animales (PAA) puede definirse, pues, como una intervención psicoterapéutica, es decir en el ámbito y con profesionales de la salud mental, que integra la presencia de un animal y cuyo objetivo es maximizar y potenciar el proceso terapéutico.
¿Por qué incluir animales en los procesos psicoterapéuticos?
Si bien Levinson (1962), psicólogo infantil, es considerado el precursor de lo que hoy llamamos TAA, no es hasta la década de los 90 que se empiezan a realizar investigaciones serias y rigurosas. Hoy tenemos datos sobre los beneficios que aporta el vínculo humano-animal a las personas; sabemos que:
- las personas propietarias de animales tienen por lo general un mayor umbral de tolerancia al estrés (Allen et. al., 1991)
- la presión arterial disminuye después de haber tenido contacto con un animal doméstico (Stasi et al., 2004)
- los niveles de neurotransmisores varían significativamente (Odendaal y Meintjes, 2003)
- el hecho de que los niños tengan mascota está muy asociado a un buen desarrollo psico-social, sobre todo en lo que se refiere a competencia social, empatía y cooperación (Poresky y Hendrix, 1990).
«A pet is an island of sanity in what appears to be an insane word. Friendship retains its traditional values and securities in one’s relationship with one’s pet.»
Levinson, 1962, psicólogo infantil precursor de las TAA
Diversos estudios (recogidos en Zilcha et al., 2011) indican que las personas propietarias de mascotas se sienten emocionalmente próximas a éstas y que buscan y disfrutan esa proximidad, como también que estas personas perciben a sus mascotas como figuras de confort y apoyo, y que se sienten más seguras para explorar y relacionarse con el entorno. También se han aplicado programas de TAA (si bien con importantes carencias o limitaciones metodológicas) que parecen ser beneficiosos en la Tercera Edad, en pacientes con Trastornos del neurodesarrollo o Estrés Post-traumático.
¿Por qué psicoterapias asistidas con animales?
En el ámbito de la salud mental, los animales, y particularmente los perros, poseen cualidades innatas por las que son excepcionales para el proceso psicoterapéutico, dado que siempre están disponibles para interactuar, tienen un comportamiento espontáneo, no juzgan ni prejuzgan, y muestran una aceptación incondicional. Ello contribuye singularmente a crear un contexto de seguridad emocional y promueve una relación terapeuta-paciente más sólida y próxima, elementos esenciales de intervenciones psicoterapéuticas de alta calidad (Balluerka at al.; 2015). Las investigaciones también arrojan datos que indican que la presencia de un animal en contexto psicoterapéutico aumenta la motivación del paciente (Lange et al., 2007) y mejora su atención y concentración durante las sesiones (Martin y Farnum, 2002), como también que disminuye los sentimientos de rechazo y estigmatización, enfocando el proceso más hacia las propias habilidades que a las limitaciones (Tedeschi et al., 2010).
Auge de la investigación académica en el ámbito de la Psicoterapia Asistida con Animales
Gracias a estos datos esperanzadores, y aunque la investigación en Psicoterapia Asistida con Animales se encuentra todavía en fases iniciales, existe un creciente interés internacional por este modelo de intervención psicoterapéutica que busca estructurar su enorme potencial, construyendo una sólida fundamentación teórica y dándole el rigor metodológico necesario para obtener datos fiables. Ello con el objetivo de crear protocolos y programas de intervención de muy elevada calidad y específicos para cada colectivo. El grupo Qualiker de la UPV-EHU, por sus estudios sobre la Psicoterapia Asistida con Animales aplicada a menores acogidos en centros de protección (Balluerka y cols., 2015), es el principal referente a nivel nacional, y actualmente está empezando a tener visibilidad internacional.
Por todo ello, y por la gran oportunidad que supone para nosotros contar con la dirección de dos de los principales investigadores del grupo Qualiker, estamos especialmente orgullosos de contribuir con nuestro proyecto al avance de los conocimientos científicos en el campo de la Psicoterapia Asistida con Animales, y de poder aportar una intervención psicoterapéutica de alta calidad a los jóvenes residentes en centros de protección.
Bibliografía
Balluerka, N.; Muela, A.; Amiano, N. y Caldentey, M.A. (2015). Promoting psychosocial adaptation of youths in residential care trough animal-assisted psychotherapy. Child Abuse and Neglect, 50, 193-205.
Delta Society (1996). Standards of practice for animal-assisted activities and therapies. Renton, WA: Delta Society.
Lange, A. M.; Cox, J. A.; Bernert, D. J. y Jenkins, C. D. (2007). Is counceling going to the dogs? An exploratory study related to the inclusión of an animal in group conseling with adolescents. Journal of Creativity in Mental Health, 2, 17-31.
Levinson, B. M. (1962). The dog as a co-therapist. Mental Hygiene, 46, 59-65.
Martin, F. y Farnum, J. (2002). Animal-Assisted Therapy for children with pervasive development disorders. Western Journal of Nursing Research, 24, 657-670.
Odendaal, J.S. y Meintjes, R. A. (2003). Neurophysiological correlates of affiliative behavior between humans and dogs. Veterinary Journal, 165, 296-301.
Poresky, R. H. y Hendrix, C. (1990). Differential effects of pet presence and pet-bonding on young children. Psychological Reports, 67, 51-54.
Stasi, M. F.; Amati, D.; Costa, C.; Resta, D.; Senepa, G.; Scarafioiti, C. et al. (2004). Pet-therapy: a trial for institutionalized frail elderly patients. Archives of Gerontology and Geriatrics (Suppl.), 407-412.
Tedeschi, P.; Fine, A. H. y Helgeson, J. I. (2010). Increasing the effectiveness of palliative care through integrative modalities: Conceptualizing the roles ofanimal companions and animal-assisted interventions. En A. H. Fine (Ed.), Handbook on animal-assisted therapy (pp. 421–440). New York: AcademicPress.
Zilcha-Mano, S.; Mikulincer, M. y Shaver, P.R. (2011). Pet in the therapy room: an attachment perspective on animal-assisted therapy. Attachment and Human Development, 13 (6), 541-561.