Cómo acostumbrar a un perro al bozal

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El bozal es una herramienta de seguridad. No es un “objeto” que poner en la boca del perro cuando se portan mal; tampoco algo que colocar “a lo bruto” en el veterinario. 

A mis clientes les explico siempre que es como el casco de la moto, o de la bici, que no solo te protege a ti, sino también a las personas a tu alrededor. Con el bozal, ocurre exactamente lo mismo.

Por qué un bozal para el perro

  • Tu perro lo necesitará para viajar en transporte público (tren, metro)
  • Si ha tenido un accidente, está enfermo o tiene dolor, el bozal permitirá gestionar mejor esa situación de estrés y evitar conductas reactivas
  • Si tu perro tiene problemas de conducta, cualquier educador te enseñará a utilizarlo para seguridad de otros animales o personas

Además, acostumbrar a un perro a usar bozal es divertido, nada estresante y muy útil, si se hace bien. Y así debería hacerse, siempre. Olvídate de trabajos en los que vamos a “obligar”, con esta pequeña guía, tu colega peludo podrá usar un bozal durante largos espacios de tiempo sin problemas

Qué conducta final buscamos: que el perro pueda utilizar el bozal sin molestias, cómodo, y feliz (sí, feliz), durante periodos de tiempo cortos (5 min a 30 min) y largos (más de 1 hora).

Acostumbrar a un perro al bozal

(El vídeo es antiguo y “noto forzados” movimientos para que se entendiesen bien sin explicación —Dana está MUY acostumbrada a bozal—, pero grabaré otro en breve desde cero .)

Paso a paso, acostumbrar a un perro al bozal

Paso 1. Coge el bozal y enséñaselo a distancia. Premia a tu perro cada vez que lo mire o interactúe con él. Hazlo 5 veces. Poco a poco, acércate a tu perro con el bozal. Si lo toca con el hocico o interactúa con él (de forma positiva: si lo muerde o quiere robártelo, no es positivo), felicita y premia.

Fase de positivización del bozal

Paso 2. Corta premios de alto valor y colócate el bozal en la palma de la mano (de forma que tu perro pudiese meter el hocico dentro). Acércale el bozal y deja que se coma los premios del interior. Aparta el bozal antes de que el perro retire la cabeza siempre.

Consejo: si tu perro se aleja al ver el bozal, no lo persigas. Vuelve a enseñarle el bozal a cierta distancia y premia con comida; a continuación, retira el bozal y deja de premiar. También puedes untar comida húmeda (queso untable, aceite de coco, comida de lata…) y déjale que lama el bozal.

Cuando el perro tenga interés por tocar el bozal, seguimos avanzando.

Paso 3. Coloca premios de valor dentro del bozal. Haz varias repeticiones (5, o más) dejando que tu perro meta la cabeza y coma; aparta el bozal (hacia atrás) antes de que él retire la cabeza. A continuación, empieza a generar movimiento con el bozal (retirándolo) y haciendo que el perro tenga que “seguir” el bozal para comer.

Si el perro no mantiene la cabeza en el bozal o intenta coger comida y alejar la cabeza, vuelve a los pasos anteriores. Asegúrate de no forzar al perro a mantener la cabeza o intentar introducir el bozal en la boca del perro.

Paso 4. Necesitamos que el perro mantenga la cabeza en el bozal durante más tiempo; para ello, puedes optar por comida húmeda (carne seca, queso, relleno líquido para Kong, latas…) o premiar de forma constante, lo que requiere de mejor manejo. Antes de pasar al siguiente paso, tu perro debería poder mantener la cabeza durante 5 o 10 segundos en el bozal.

Antes de cerrar el bozal, debemos trabajar con las hebillas durante varias repeticiones.
Antes de cerrar el bozal, debemos trabajar con las hebillas durante varias repeticiones.

Paso 5. Cuando el perro coloque su hocico en el bozal, premia. Empieza a mover las correas y el cierre (hebillas), e intenta unirlas sin cerrar. Premia este paso, 20 o 30 veces, por lo menos. Cuando puedas manipular el cierre (sin cerrar) durante más de 5 segundos seguidos entre premio y premio, avanza.

En este paso, muchas familias suelen intentar ir demasiado rápido. Si corres, es probable que el perro asocie cierta “inseguridad” en este punto. O sea, no corras.

Fase de habituación del bozal

Paso 6. Deja que el perro coloque el hocico en el bozal, y premia. A continuación, cierra el bozal. Es importante que no pueda quitárselo (ajústalo bien). Premia varias veces de forma constante mientras lleva el bozal. Si crees que tu perro sabrá comer a través del bozal (Baskerville), puedes inundar el suelo con premios para que se centre en coger toda la comida del suelo (como si fuese un sembrado/olfateo).

Paso 7. Realiza varias sesiones breves de entrenamiento con el bozal puesto. Las primeras veces, no alargues más de 15 o 20 segundos y premia de forma constante. Poco a poco, espacia la entrega de los premios.

Bozal cerrado. Premiando de forma continua.
Bozal cerrado. Premiando de forma continua.

 

Paso 8. Empieza a incluir el bozal en algunos momentos breves con movimiento (o durante el paseo). En esta fase, sigue premiando con frecuencia. Si te cuesta moverte y premiar, puedes pedir ayuda a otra persona de confianza para que lleve la correa mientras tú premias a tu perro.

En esta fase, a menudo, los perros intentan “quitarse el bozal” con la pata. Asegúrate de que el bozal está ajustado (importantísimo) y nunca le “quites” el bozal mientras realiza este tipo de conductas: poner la pata, arrastrar el hocico por el suelo o frotarlo en tu pierna, etcétera.

Paso 9. Empieza a incluir el bozal durante los paseos. Puedes usarlo en todos los paseos si quieres que tu perro asocie “bozal” a “paseo” y premios. Durante los paseos, sigue premiando de forma menos frecuente. A estas alturas, tu perro debería estar acostumbrado al bozal.

Consejo: premia (refuerza) a intervalos regulares durante las últimas fases: cada equis segundos; poco a poco, puedes ir alargando el tiempo entre premio y premio y, finalmente, puedes ir retirando esos premios casi en su totalidad.

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Acostumbrar a tu perro al bozal es un proceso relativamente largo, pero muy, muy útil. ¡Y para toda la vida!

Paso 10. Una vez el perro ya se ha acostumbrado, empieza a incluir nuevas zonas (tren, metro, veterinario, parque), tanto donde tengas que utilizarlo en un futuro como en lugares que nos sirvan ” de prueba” para generalizar la conducta.

  • Utiliza mucho más el bozal en situaciones “de prueba” que en situaciones reales donde lo necesita y que pueden resultar aversivas/negativas (veterinario)
  • Sigue premiando a tu perro de forma periódica; en situaciones reales, como un viaje en tren o una visita veterinaria, no te debe preocupar premiar más
  • Enseña a tu perro a que varias personas de la familia puedan colocarle el bozal; en este caso, no tiene mucho sentido que practique con personas con las que no tiene ningún vínculo (el bozal, se lo pones tú)
  • Por último, si en algún momento, ves “miedo”, ansiedad o tristeza en relación con el bozal, deberías volver sobre tus pasos y reiniciar el entrenamiento con el bozal. ¡Es una herramienta que tiene que estar asociada a situaciones positivas!

Entrenamiento avanzado para bozal

  1. Si sientes que el bozal le incomoda o le roza, deberías asegurarte de que la medida es correcta. No obstante, para algunos perros (achatados, mix, etcétera) puedes hervirlo para darle una forma más adecuada a la goma y que se ajuste mejor al hocico de tu colega peludo. También puedes comprar almohadillas adhesivas de espuma para “cubrir” los puntos donde el bozal roza en el interior.
  2. Para personas con experiencia, durante el trabajo de asociación, podemos crear una señal liberadora que indique al perro cuando puede “sacar la cabeza”; lo trabajaremos como una posición (similar a un target de mano sostenido en el bozal. Para más información, puedes consultar este vídeo.
  3. Si el perro se “obceca” en quitarse el bozal, generar movimiento (moverte con el bozal y que te siga) y premiar cada pocos segundos te ayudará a que no se centre en esa acción. Si necesitas distraerlo con chucherías varias veces seguidas, reduce el tiempo en el que el perro tiene que mantener la cabeza en el bozal o el bozal puesto.
  4. Con algunos perros, puedes quedarte “atascado” en un paso. Si es así, para, descansa, y vuelve a un paso anterior en el que las cosas estaban funcionando. Refuerza (premia) ese paso, y vuelve a avanzar después. A menudo, crear “pasos intermedios” o “conductas de aproximación” te ayudará con los perros.

¡Ojalá que este artículo te sea útil!

Hay un artículo antiguo en el blog sobre bozal, más enfocado en qué bozal escoger, un resumen de pautas y algunos conceptos clave como habituación o sensibilización. Si quieres seguir leyendo, a continuación te dejo un enlace.

Cómo acostumbrar a un perro a llevar bozal (y cuál escoger)

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