Razones para vivir con un perro

Hay largas listas de razones para convivir con un perro u otro animal en Internet. La prensa ha bombardeado bastante con este tema, pero siempre del lado del beneficio humano.

Si buscas por Internet, verás: “te vas a enfermar menos”, “harás más ejercicio físico”, “serás más feliz” y un largo etcétera. Aquí, un ejemplo.

En este artículo, aun así, te voy a hablar de las razones que te deberían mover a vivir con un perro, y no tanto a los beneficios “estándar” que se supone que tu perro va a “darte” por arte de magia. Y muchísimos de los beneficios para la salud física y mental que se comentan son reales, ¿eh?, pero (¡y el PERO es importante!) no deberían ser el motivo por el que adoptes (luego, te explico por qué).

Te enseñarán a ser responsable con los animales

Ante todo, vas a comprobar que un perro se traduce en cientos de pequeñas obligaciones diarias. Algunas son muy identificables (pasear, darle de comer, recoger sus necesidades); otras, en cambio, pasan más desapercibidas, como el ahorro para pagar un seguro de salud, las urgencias, los cambios de planes a última hora y el acompañamiento en todas las fases de su vida: desde las primeras semanas del cachorro en casa hasta los cambios de rutina con un perro anciano con degeneración cognitiva canina.

Implica flexibilidad

De este modo, aunque seas una persona con unos planteamientos muy claros de cómo tiene que ser tu vida diaria, la llegada de un perro dará espacio a cambios pequeños o grandes.

A veces…

1. habrá que aceptar que tu perro no siempre encaja bien en los planes que te has montado: por ejemplo, esa escapada tan chula visitando grandes ciudades, y tocará replantear ese viaje, o buscar una alternativa, o dejarlo para otro momento;
2. también es posible que, tras unos meses, te des cuenta de que tu perro no se parece en nada a la imagen mental que tenías de él o ella: ¡es parte del encanto! (no eliges cómo serán tus hijos de adultos, tampoco puedes hacerlo con tu perro)

Y podríamos alargar la lista hasta el infinito.

Pondrá patas arriba tu lista de prioridades

Más allá de incrementar tu vida social, reducir el sentimiento de soledad o ser un antidepresivo natural, lo que también hará tu peludo es que priorices lo que es importante en tu día a día. Algo que va más allá de paseos más cortos y más largos, y que puede extenderse a tu trabajo o carrera profesional, círculos de amistades, actividades de ocio, y mucho más.

Un perro es una (maravillosa) revolución en la casa adecuada durante 10, 15 o 20 años. En todo ese tiempo, pueden cambiar millones de cosas en tu vida, pero asegúrate de que esta razón se cumplirá siempre: él o ella tiene que estar en la parte alta de la lista. El abandono no es una opción.

Te enseñarán (o te harán aprender) lo fuerte que pueden ser los vínculos

Esta razón es la más bonita y, a la vez, la más dura. Tus perros se convertirán en una parte imprescindible de tu familia. La vida con ellos, con sus días buenos y sus días malos (no siempre te caerá bien tu perro, igual que no siempre te gusta lo que te dice tu madre, o tu pareja) se convertirá en algo que te define.

Cuando se van, no obstante, dejan un vacío tan grande como alegría trajeron, y eso que muchos llamamos “el peaje”, por ponerle un nombre, también vas a tener que pasarlo. Es importante que lo entiendas, aunque duela, para poder vivir una vida plena entre perros.

Son los reyes de la empatía

Cuando aprendes lenguaje canino, te das cuenta del enorme esfuerzo que hacen todos los perros por hacerse entender con nosotros. E incluso cuando adoptamos a nuestro primer perro, es maravilloso ver esa evolución (cómo se forja y fortalece el vínculo) cómo, poco a poco, se preocupa por ti, se mantiene cerca, trata de acompañarte en los momentos de tristeza, miedo o frustración…  El perro es el mejor amigo de las personas, eso está claro. (Lo contrario, no siempre se cumple, por desgracia.)

Las razones, las pones tú

Con este artículo, quiero decirte que no te dejes guiar por los “supuestos beneficios” de los artículos generalistas. Probablemente, tú no necesites un perro para hacer deporte (un perro no es un entrenador personal) ni para no caer en depresión (hay psicólogos); además, si adoptas por una razón que no se cumple, ¿qué vas a hacer? En cambio, si escoges tus propias razones (como yo tengo las mías: te he hablado de algunas, no de todas), asegúrate de que se van a mantener en el tiempo.

Si todavía no estás seguro sobre adoptar a un perro, te enlazo un artículo con algunas preguntas que te ayudarán a aclararte mejor. ¡Y cuida de ese perrete!

Preguntas clave antes de adoptar a un perro