El arnés es mucho más seguro que el collar para el perro. Esta es la razón por la que se recomienda la mayoría de las veces

Arnés para perros - Ares con X-TREME en Y.

Existe una duda recurrente en el mundo canino entre escoger un collar o un arnés para pasear a tu perro.

En la mayoría de los casos, un buen arnés para perros se adapta mejor a los perros (por biomecánica), pero es importante elegir un modelo adecuado y tener en cuenta algunas situaciones en las que el collar puede ser una solución más efectiva.

La historia del collar

En el pasado, el collar fue la herramienta preferida para sujetar y pasear a los perros. Como anécdota, se han conservado diseños básicos de collar propios de la Antigua Mesopotamia. Hoy día, los collares suelen ser una banda de cuero, nylon u otros materiales sintéticos (PVC; biothane) que se ajusta en el cuello a través de una hebilla o un cierre de clic.

La popularidad del collar está muy relacionada con el tiempo que las familias llevan utilizándolo. A lo largo de la historia, ha sido el formato habitual desde el que enganchar una correa y, hasta hace poco, seguía vendiéndose como la mejor opción para pasear con seguridad y ejercer control sobre el perro. (Por suerte, poco a poco a poco, el arnés para perros está demostrando un cambio de tendencia en las familias.)

Arnés para perros vs. collar
Ares (der.) paseó con collar durante varios meses debido a una mala asociación con los arneses con familias anteriores. Fue renunciado varias veces. Dana (izq.) paseó con collar y arnés, indistintamente, durante varios años. Siempre arneses en Y o en H.

El martingale, famoso collar de colorines y estrangulamiento

Algunos diseños populares son mucho más dañinos de lo que puede parecernos. En razas como galgos o lebreles incluso, a menudo, se ha planteado el martingale como la única opción a veces (ignorando la existencia de un arnés para perros antiescape de tres puntos).

Muy resumido: el martingale no deja de ser un collar de semiahorque.

Collar para perros… que no estiran de la correa

Se suele decir que, para aquellos perros que no estiran de la correa ni tienen problemas respiratorios, el collar puede ser una opción válida, si bien con algunos riesgos cotidianos:

  • un tirón de la correa
  • una situación en la que el perro entra en huida
  • o un acercamiento imprevisible

Un buen arnés para perros > TODO

En cambio, los arneses son una opción que ha cogido relevancia estos últimos años, puesto que distribuyen la presión de la correa de forma más uniforme, evitan la sensación de restricción propia de un collar y pueden ajustarse mejor a la anatomía del perro.

Además, resultan menos peligrosos frente a cambios de dirección, perros que estiran mucho de la correa y suelen generar una frustración menor durante el proceso de aprendizaje (en especial, los arneses con hebilla frontal y dorsal, conocidos como antitirones).

Estos collares están prohibidos por ley

Según la Ley de Bienestar Animal (7/2023), los collares de castigo, también llamados de corrección, collares de estrangulamiento, semiestrangulamiento (martingale) o de púas están prohibidos y no son una herramienta segura, ética ni útil para educar a nuestros perros.

  • Collar de pinchos, púas o puntas
  • Collar de estrangulamiento y cordino (y semiestrangulamiento, ¡ojo!, como el martingale)
  • Collar electrico, de descargas o electrónico

Si quieres saber más, puedes leer este artículo (que escribí para Coco y Maya).

Motivos para escoger un arnés (y tipos)

Es importante que tengamos en cuenta que la elección entre collar y arnés debe individualizarse. Si bien, hay diferentes tipos de arneses, los modelos comerciales más recomendados son el arnés en “H” y el arnés en “Y”, que resultan muy fáciles de colocar. Marcas como Dog Tools, Haqihana, Dog Copenhagen, Bubs o X-Treme son de confianza, si bien los precios, materiales y formas de fabricación variarán. (Te animo a investigar.)

Sus principales ventajas son:

  • Son fáciles de poner y no muy “invasivos” (no tenemos que bloquear, mover o levantar las patas al perro)
  • Son seguros y reducen el riesgo de lesión, tanto por adaptarse a la anatomía como por no bloquear la articulación del hombro
  • Son modelos que suelen contar o ya están pensados con una opción antitirones: una hebilla frontal, o varias hebillas: frontal, dorsal, etc.

En cambio, pese a ciertos peligros asociados al uso de collares, como el riesgo de lesiones en cuello, tráquea y columna vertebral, o las dificultades respiratorias para perros braquicéfalos, el collar tiene algunas ventajas que resultan evidentes:

  • Si está bien ajustado, facilita el control y manejo del peludo
  • Es práctico, podemos ponerlo y quitarlo rápido

En el día a día, a veces encontramos perros que han tenido malas experiencias con un arnés o que, por su carácter, necesitan trabajar algún problema en concreto (por ejemplo, perros a los que les genera inseguridad que le pasen la tira de tela por la cabeza). Aquí utilizar un collar mientras positivizamos el arnés, puede ser útil.

La fórmula mágica… no existe

Por último, no debemos olvidar que la herramienta (sea un collar o un arnés) nunca enseñará a pasear correctamente al perro, sino que debemos ser nosotros quien lo hagamos, con pautas correctas, respetuosas y ejercicios basados en el refuerzo positivo.

¡Enseña a tu perro a pasear SIN TIRAR de la CORREA! De paso, entiende por qué está tirando ;-)

Personaliza tu elección

En el momento de escoger un arnés para perros, tendremos en cuenta, principalmente, el comportamiento del perrete y cómo se adapta la herramienta a nuestro colega.

  • No hay que olvidar la distribución del peso, zancada y movimiento de las articulaciones suele variar notablemente dependiendo del tipo de arnés escogido
  • No vale cualquier arnés, y una mala elección puede ser catastrófico para las articulaciones.
  • En perros que todavía están aprendiendo a pasear sin tirones de correa, o que suelen tener una tendencia más pronunciada para seguir rastros o “activarse” (perros de caza, por ejemplo) vale la pena tener en cuenta el uso de opciones antitirones
  • Asegúrate de que la forma se ajuste bien a su cuerpo y acompáñalo de correas multiposición de varios metros y correas largas (más de 5 metros).
  • Los perros muy tranquilos, sénior, bien educados o con poca tendencia a tirar de la correa, tendrán pocos problemas en acostumbrarse a cualquiera de las dos herramientas, collar o arnés, así como se reduce el riesgo de lesiones.

Aun así, vale la pena recordar que un arnés con conexión trasera puede favorecer la tensión de la correa más que el collar.

Si bien faltan estudios sobre los efectos del uso de arnés a largo plazo y, en general, existen poca investigación sobre cómo puede afectar a la biomecánica de los animales, el hecho de restringir su andar natural —siempre que tratemos de minimizar cómo afecta el arnés a su movimiento— no resulta tan arriesgado como “el agarre” en la zona del cuello y los posibles traumatismos que puedan derivarse de un movimiento descontrolado por parte del perro o del tutor.

Arnés para perros - África y Sol (control de la reactividad)
Un acercamiento entre Sol y África, quien muestra conductas reactivas ante otros perros. El arnés y los ejercicios adaptados a su caso nos facilitan el manejo y no añaden tensión extra a la interacción.

En resumen…

En la mayoría de los casos, contamos con herramientas más seguras, eficaces y prácticas en forma de arnés.

El collar tiene unos riesgos evidentes por el punto de sujeción que podemos minimizar, dependiendo del carácter y los aprendizajes de tu perro, pero nunca evitar por completo. Un arnés, bien escogido y personalizado a la anatomía de tu perro, no tiene riesgos.

¿Siempre vamos a poder utilizar arnés para perros? No, puede haber casos puntuales en los que haya problemas musculoesqueléticos, pero esta es la excepción a la norma. En este caso, tocará asesoría profesional.

¡Ladra con nosotros!

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