Qué es la reactividad canina. Todo lo que quería saber y no me atreví a preguntar
La reactividad canina es la etiqueta que utilizamos para señalar cuando un perro responde de manera exagerada ante una situación. Es
Antonio Soutiño
Tandem Dogs
Educador canino
Antonio Soutiño y yo coincidimos en un curso de clicker training y educación canina de la asociación AlPerroVerde: era el año 2015. Para él, fue el primer contacto con el mundo del perro en España, aunque ya trabajaba como profesional en una residencia canina de Caracas, Venezuela, para mí, en cambio, fue el comienzo de un camino entre grandes amigos, entre los cuales tengo la suerte de que esté Antonio.
Entre 2018 y 2020, Antonio y yo trabajamos en Dog’N’Roll (hoy, Tandem Dogs). Ahora colaboramos en algunos proyectos y nos vamos de cervezas a menudo (con perros, y sin ellos) y como le tengo cerca le he engañado para esta primera edición de entrevistas por WhatsApp para Dog Ventura.
Hola, Javi. Encantado de estar contigo en esta entrevista. Bueno, yo entro en el mundo del perro por frustración: digámoslo así. De chaval me encantaba ver a gente con los perros, me encantaban los perros —me flipaban—y cuando le decía a mi madre: ¡quiero un perro! Me decía: ¡No! Tienes peces, tienes pájaros, pero perros no: son muy complicados, la casa huele a perro… Me quedé con eso hasta que pude independizarme. Por suerte, mi cuñado es adiestrador canino también y en aquel momento iba a tener una camada de pastores holandeses, de la cual saqué a Kira [su primera perra] y, bueno, así entré en el mundo del perro. Y de ahí, ¡bueno!, se ha hecho un camino.
Lo que más me atrae del sector es todo lo relacionado con el perro, sinceramente. Soy un fanático de aprender, de leer, de ver, de escuchar, de hacer cursos de educación canina, de hacer deporte con perros. ¡Me encanta el mundo del perro! En cambio, lo que menos me gusta es la gente que vende cursos a base de humo: hablan, hablan, hablan, pero son vendehúmos. Eso lo hay en cualquier profesión.
Como consejo, a todo el mundo lo primero que le digo es que trabajen el vínculo con su perro: para mí es lo más importante en una relación perro-guía, porque sin vínculo no puede existir absolutamente nada. Para disfrutar del perro hay que disfrutar de todas las facetas: el paseo, el estar en casa con tu perro, hacer algún deporte con tu perro, ¿sabes? Todo esto es generador de vínculo y se manifiesta en la relación. Disfrutarás muchísimo más cuando el vínculo es sano y tendrás un perro con el que podrás hacer mil y una cosas. Desde mi punto de vista, trabajar el vínculo con tu perro es el mejor consejo que te puedo dar.
Para mí, las tres cosas que enseñaría a un perro antes que cualquier otra cosa serían, por una parte, habituación o correcto uso del transportín (para mí, es fundamental: no entiendo la vida del perro sin el transportín —así de sencillo—, tanto para viajes como para la estancia en hoteles… ¡un perro que sabe estar en transportín es un perro que me puedo llevar a cualquier lado! Y llevo su cama al sitio al que voy, por lo que estará cómodo allí donde voy: en cualquier hotel, residencia, hasta en el veterinario en un momento de operación o emergencia porque el perro va a saber estar en el transportín. Es fundamental. Segundo, la llamada: es la base de cualquier adiestramiento. Tercero, el quieto. La llamada y el quieto son órdenes o conductas que pueden salvarle la vida al perro en cualquier momento: tanto cuando el perro sale tras un estímulo y sé que va a responder… da una tranquilidad enorme. Igual que la llamada.
Bueno, como cosas locas me habrán pasado muchísimas, pero… Me viene a la cabeza un día que casi se me mata la perra. Estaba jugando con ella en el parque y me siento en un muro que tendría un metro de alto, pero a mi espalda habrían tres metros de caída libre. Kira estaba un poco lejos de mí, en un momento determinado la llamo, la perra viene “echando viruta”, no supo frenar y se cayó desde el muro de tres o cuatro metros. Pensé que se mataba. La gran suerte es que cayó, se raspó un poco la parte debajo de la mandíbula, pero ¡no le pasó nada! Ni un hueso roto, ni nada. Absolutamente nada. Para mí, seguramente eso es lo más loco que me habrá pasado. Seguramente habrá más y, a lo mejor algo más locas, pero esa nunca se me borrará de la mente.
Pues sí, como bien dices ahora ya no se llama IPO, sino IGP. Más que practicar, intento hacerlo. Con todo lo que está pasando este año, no he podido entrenar en todo lo que va de año. Así, también es complicado: entre tiempo [disponible], trabajo… Realmente, me gusta cualquier deporte con perros, pero soy muy fan de los deportes de mordida.
El IPO, o IGP, es el deporte más completo que hay: desde mi punto de vista, ya os digo. Respeto todos y me gustan, me gusta el ring, el mondeo, el agility, cualquiera, pero para mí el IPO es el deporte más completo. Utilizamos los sentidos más básicos del perro en cada una de las tres disciplinas: por ejemplo, para una obediencia, necesitas que el perro sea dúctil, que se deje llevar, que tenga ganas por complacer: que se forme un tándem. En protección, un poco más de lo mismo, tengo que enfrentarme a ese chico que está ahí y también escuchar a mi guía para resolver cualquier tipo de situación; y, luego, el rastro que me parece de los más complicados, exigentes y, a la vez, de los más bonitos del deporte, ¿no? Particularmente, me gusta mucho el IGP y el hecho de usar todos los sentidos hace que me guste aún más.
En cuanto al mayor crimen, para mí, básicamente hay dos. Uno es el animalismo mal enfocado, puesto que me parece que es una locura: así de sencillo. No puedo entender a personas que dicen que a una gallina hay que devolverle los huevos o que un gallo las viola, como eso no me entra en la cabeza y se ha ido expandiendo a cualquier sector del mundo animal… me parece todo una locura. Una cosa es ser animalista y querer a los animales como uno los quiere, que les da una utilidad, que viven una vida hiperfeliz, a decir que cualquier cosa que no sea bonita para ellos es un maltrato animal, por lo cual no estoy a favor de este tipo de movimientos radicales y creo que es el mayor daño que se le puede hacer, no solo al mundo del perro, sino al mundo animal en general. El otro es la ley PPP, una ley que no tiene ni pies ni cabeza, pues deberían evaluarse individuos y no razas.
Para cualquiera que quiera saber de nuestros servicios, qué hacemos, cómo lo hacemos, etcétera, tenemos la web: www.tandemdogs.com; nuestro e-mail: info@tandemdogs.com y también Tandem Dogs en cualquiera de las redes sociales: Facebook, Instagram… Por allí estamos y por ahí podrán saber de nosotros y de lo que hacemos..
En cuanto a algún entrevistado, me lo has puesto difícil, porque pensaba decirte a alguien del sector, del adiestramiento, pero al decirme que no puede ser del mismo ramo… se me viene a la cabeza José de Mascotaxi.
Por último, muchas gracias por la entrevista y ¡estamos a la orden para cualquier cosa!
Puedes suscribirte al podcast de Dog Ventura a través de este enlace de IVOOX.
La reactividad canina es la etiqueta que utilizamos para señalar cuando un perro responde de manera exagerada ante una situación. Es
Hace unas cuantas semanas que lancé, en Udemy, mi primer curso sobre reactividad canina (o conductas reactivas en perros, que