Propiocepción canina: qué es, beneficios y ejercicios

Vaya palabreja, ¿eh? Y ahora parece que esté en boca de todos los guías de perros encima. ¡Toma ya! La propiocepción canina… Pero ¿qué es la propiocepción? Pues se trata de un concepto adaptado del inglés que, literalmente, se podría traducir como la conciencia de lo propio.

¿Qué es la propiocepción canina?

Como definición, esta nos dice muy poco, ¿verdad?

¿Y qué tal si recurrimos a la RAE?

Aquí mejora la cosa:

propiocepción

Adapt. del ingl. proprioception, y este del lat. proprius ‘propio’ y la t. del ingl. perception ‘percepción’.

1. f. Psicol. Percepción inconsciente de los movimientos y de la posición del cuerpo, independiente de la visión.

Dicho de otro modo, la propiocepción es un sentido (interoceptivo) que envía información al cerebro sin pasar por ninguno de los cinco  sentidos del sistema exteroceptivo: el conjunto de receptores sensitivos que nos permiten recibir estímulos de origen exterior: vista, olfato, tacto, gusto y oído.

Vaya lío, ¿eh? ¿Y qué hace el sistema propioceptivo? Y, sobre todo, ¿por qué no habíamos oído hablar de la propiocepción como del gusto, el tacto o la vista?

La Wikipedia nos saca del aprieto ahora:

[La propiocepción] informa al organismo de la posición de los músculos: es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada.

Para dejarnos ya de rollos: la propiocepción es lo que te permite sentir que caminas, que estás quieto en una esquina o que estás crujiéndote los nudillos de las manos detrás de la nuca.

¿Y qué pasa si perdemos el sentido de la propiocepción? Oliver Sacks tiene un libro (El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, Anagrama, 1985) con 20 casos de enfermedades neurológicas extrañas, y el capítulo 3 explica ese caso a la perfección (en El rincón del vago tenéis un resumen). Sin la propiocepción, tendríamos que estar pensando en todo momento en sujetar una taza o apoyar la cabeza aburridos contra la palma de la mano: ¿y si no lo hiciésemos? Se nos caería la taza o nos daríamos un coscorrón contra la mesa.

Hasta aquí el rollo. Pero ya veis lo importante que es este sentido que no conocíamos, ¿verdad? Y hay dos buenas noticias:

• La primera es que, salvo casos excepcionales (también con perros), la mayoría de los animales jamás tendremos problemas graves de propiocepción.
• La segunda es que la propiocepción se puede entrenar y mejorar: ser más precisos, más rápidos, mejores en cómo percibimos nuestro propio cuerpo.

Y esto es lo que nos interesa, mucho, en relación con la propiocepción canina: en especial, para cachorros, perros que practican deporte, perros sénior, perros en rehabilitación y, por descontado, perros con miedo o inseguros.

Beneficios de la propiocepción canina

Los ejercicios de propiocepción ayudarán a nuestros perros a mejorar el conocimiento que tienen de su propio cuerpo, y, además:

1. Van a mejorar la seguridad en sí mismo y en sus habilidades a través de la consecutiva superación de pequeños retos, que ayuda al perro a ganar confianza
2. El punto anterior tiene una relación directa con superar miedos e inseguridades
3. En perros en rehabilitación por problemas musculares o articulares, la propiocepción canina ayudará a que ganen masa muscular y a reeducar los receptores musculares para que transmitan, de nuevo, la información de manera correcta.
4. En el deporte, los perros obtendrán un mayor control sobre su cuerpo, siendo más consciente de qué pueden hacer y cómo.
5. Con perros reactivos o inseguros, puede ayudar en las sesiones de desensibilización o de habituación al estímulo, pero su mera realización ya generará en el perro confianza en sí mismo y autocontrol.

 

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Ejercicios de propiocepción para perros

Ante todo, no te preocupes por el material ni la dificultad de los ejercicios. Se trata de rutinas sencillas que puedes hacer en casa y para las que apenas vas a necesitar material: ¡incluso hay mucha gente que aprovecha cosas que tiene por casa!

Algunos ejemplos de material son:

• Una pelota de ejercicio (pilates, equilibrio, fitness…)
• Una colchoneta hinchable con poca presión del aire
• Plataforma para steps
• Balance board, accesorios para trabajar el equilibrio; plato de Boheler, tabla de Freeman…
• Sillas, somieres, escaleras de pie, taburetes…

Hay muchas otras opciones para trabajar circuitos, como podéis ver en este vídeo de un circuito de propiocepción canina que ya compartían nuestros compañeros de Conectadogs en otro artículo sobre propiocepción canina en su blog. En cambio, el trabajo de propiocepción también puede enfocarse a través de distintos entornos, como hizo nuestro compañero Antonio en este vídeo con Martina, donde trabajó durante varias sesiones con las rocas de una playa de Barcelona.

Es importante recordar siempre que se trata de ejercicios para mejorar el equilibrio y la coordinación del perro y NUNCA poner en peligro su integridad o arriesgarse a una posible lesión. Por ello, todos los objetos que utilizamos siempre estarán a ras de suelo, nos aseguraremos de la estabilidad de los mismos y se basarán en que el perro supere nuevos retos: caminar sobre distintos materiales (blandos, duros, rígidos…), pisar nuevas superficies, realizar movimientos a los que no está acostumbrado, etcétera. Si es posible, además, es muy interesante optar por material adaptado para la propiocepción canina, que siempre nos ofrecerá un extra de seguridad.

Videos con ejercicios de propiocepción para perros

Aquí tenéis algunos vídeos con ejercicios de propiocepción para perros que puede que os sean de utilidad:

 

 

 

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